MENOS AUTOS, CAMINAR, CICLEAR, RESPETAR

El promedio de Quito en conectividad vial es levemente superior a la media nacional. Si bien se encuentra dentro de los parámetros aceptados, la relación de los indicadores de densidad vial y superficie destinada a vías es un aspecto a ser tomado en cuenta de parte de las autoridades locales, ya que la expansión de la red vial es un indicio del crecimiento de la mancha urbana.
Esta tendencia mundial requiere la atención de todos pues a mayor superficie vial, mayor número de automotores y contaminación (gases de efecto invernadero). Esta es una de las causas del cambio climático y del consumo de recursos naturales.
El indicador del tiempo promedio que cada habitante demora en trasladarse de un punto a otro, es en el caso de Quito el peor a nivel nacional. En el Ecuador el promedio de minutos de viaje por día es bastante inferior a la cifra de Quito, que duplica la máxima recomendada por ONU Habitat (2012) para evitar un deterioro en la calidad de vida de las personas y la productividad de las sociedades.

Este tema tiene especial importancia ya que influye en las dimensiones de calidad de vida, productividad y la sostenibilidad ambiental; además de ello, junto con el tema de seguridad es una de las principales preocupaciones y demandas ciudadanas. De ahí que, si bien forma parte de los temas presentes en las agendas gubernamentales locales, las acciones previstas no necesariamente enfrentan los retos que se requieren: 1. Inversión pública focalizada en el transporte público masivo de calidad, orientada a reducir el uso de vehículo privado. 2. Énfasis en seguridad vial orientada a reducir las cifras de muertes por accidentes de tránsito: capacitación a la ciudadanía y a conductores e infraestructura física con pasos peatonales y cruces seguros. 3. Planificar los servicios en la ciudad por distritos (infraestructura educativa, financiera y de comercio) para evitar o aminorar número de desplazamientos de la población, de tal manera de reducir los tiempos de viaje diarios.